En el último pleno del Parlamento de Cataluña se debatió la reforma de la Ley de la Oficina Antifraude de Cataluña. El juego de intereses políticos pone en evidencia que el sentido común se aplica excepcionalmente en la cosa pública. El lamentable desarrollo de esta ley lo deja bien claro.
Esta Ley fue impulsada a raíz de los acontecimientos derivados del hundimiento del túnel del Carmelo y del famoso “Vostés tenen un problema i és diu 3%”. Luego llego la omertà y aquello derivó en "todos tenemos un problema" y en "perro no come perro".
Después de una complicada tramitación parlamentaria, con las legítimas solicitudes de dictámenes al Consell Consultiu, la Ley fue aprobada por el pleno en octubre del año pasado, dos meses después sufría la primera poda en la Ley de Acompañamiento con “nocturnidad y traïdoria” al aprobarse que el Departamento de Economía y Finanzas podía incorporar sus delegados a los equipos de investigación de la Oficina cuando se examinaran aspectos que tuvieran relación con el Presupuesto de la Generalitat.
En la Comisión de Asuntos Institucionales todos los grupos parlamentarios coincidieron que el fiscal David Martínez Madero reunía los requisitos de independencia, profesionalidad y objetividad necesarios para ocupar el cargo de Director de la Oficina, pero ni CiU ni PP apoyaron el nombramiento porque están en contra de la ley (nueva expresión del viejo pase foral del “se acata pero no se cumple”). Consecuencia, el Director de la Oficina no se nombra porque no se es posible obtener los 3/5 necesarios en el Parlamento. Se paralizó el nombramiento y el Gobierno ha tirado por la calle de enmedio y ha impulsado la modificación de la Ley para aplicar un modelo de doble votación, tanto para el nombramiento como para el cese del Director de la Oficina, de manera que si no se consigue la mayoría cualificada en la primera votación, será suficiente con la absoluta en la segunda para efectuar la designación y el cese.
El fin no siempre justifica los medios y, por ello, en el curso de las dos intervenciones que tuve en el pleno denuncié a los grupos que dan apoyo al Gobierno por utilizar el proceso de lectura única, que no permite la presentación de enmiendas al articulado, y por impedir que CiU llevará al Consell Consultiu el nuevo texto. Pero también merecieron mis críticas CiU y PP por practicar lamentables episodios de filibusterismo parlamentario, demorando el nombramiento de una persona idónea (en eso hay consenso) por estar en contra de la ley. Os invitó a ver las dos intervenciones en el debate del proyecto de Ley.
El Tribunal Constitucional está devaluado por su lentitud exasperante para resolver el contencioso del Estatuto de Autonomía de Cataluña, pero resulta indignante que el diputado de ERC, Xavier Vendrell, después de reprochar a CiU y PP que no respetaban las instituciones ni tampoco las leyes, se permitiera mofarse del Tribunal Constitucional calificándolo de simple “órgano burocrático-administrativo”.
Conferencia “De la Ley de Política Lingüística a la Ley de Educación de Cataluña”.
Finalmente, la conferencia “De la Ley de Política Lingüística a la Ley de Educación de Cataluña” que daré el próximo martes, día 12 de mayo, a las 19.30 horas se celebrará en el Hotel Podium (calle Bailén núm. 4 de Barcelona; el hotel hace esquina con la calle Ali Bei, muy cerca de la histórica sede de la Asociación por la Tolerancia). Estáis todos invitados.
1 comentario:
TRÁNSFUGA
Publicar un comentario