Algunas conclusiones a extraer del resultado de las elecciones europeas. Primera, la altísima abstención revela que la ciudadanía no acaba de entender la utilidad del complejo panorama europeo, especialmente en Cataluña donde, además, se arrastra un notorio cansancio político que tiene su origen en el tortuoso proceso del Estatuto de Autonomía. Segunda, el mal gobierno de Zapatero ha recibido un justo correctivo pero el Partido Popular no acaba de despegar como debiera ante un panorama en el que se superan los cuatro millones de parados y los brotes verdes no han agarrado con la fuerza suficiente para cambiar el estado de la economía. Tercera, la izquierda clásica y las formaciones nacionalistas repiten resultado con una tendencia a la baja. Cuarta, las candidaturas filoterroristas no obtienen representación electoral y el pueblo español no tendrá europarlamentarios que coqueteen con la violencia como instrumento de acción política.
Una mención especial para la tercera vía española. Unión, Progreso y Democracia ha entrado en la eurocámara y me alegra que el profesor Sosa Wagner pueda defender con solvencia y eficacia los postulados de los no nacionalistas, sustentados en unos Estados fuertes y cohesionados que permitan avanzar hacía posiciones comunes europeas en defensa, energía, acción exterior y políticas sociales. La Unión Europea es un instrumento imprescindible que paró, por ejemplo, el intento de Rusia de cerrar el grifo del gas y congelar a algunos países europeos.
UPyD es la única formación que ha mejorado en votos los resultados de las últimas elecciones generales y si bien no ha conseguido convertirse en la tercera fuerza nacional, sin embargo, queda claro que no será flor de un día.Hay políticos especializados en no perder nunca y que siempre encuentran alguna razón para justificar un mal resultado y derivar las responsabilidades hacía los demás. Pero en esta ocasión, no hay margen para poder mirar hacia otro lado. La fotografía de las europeas ha dejado a Ciudadanos-Partido de la Ciudadanía boqueando. Hace pocos días solicité la refundación de los no nacionalistas en Cataluña. El resultado es malo, sin paliativos, pero creo posible la recuperación del capital político y de la confianza de los ciudadanos. Eso pasa por la aceptación de que UPyD es ahora el único partido de ámbito nacional que representa, con garantías, las ideas no nacionalistas socialmente avanzadas y, también, por reconocer que, en Cataluña, este partido no cuenta actualmente con apoyos suficientes para entrar en la cámara autonómica, por lo que es imprescindible trabajar en aras de la unidad de acción. Por su parte, Albert Rivera tendría que admitir que se ha dado de bruces con la realidad, que las fantasías de Libertas, con las que ha jugado, han sido letales para Ciudadanos. Es hora de generosidades y de renuncias.
Publicado en:
http://blogs.e-noticies.com/jose-domingo/de_bruces_con_la_realidad.html
No hay comentarios:
Publicar un comentario